Los corazones, palmeras, palmeritas, mariposas, orejas de hojaldre o como las quieras llamar, son una exquisita y económica propuesta para tu paladar.
Este postre muy popular en las panaderías y reposterías de cualquier ciudad,
tiene su origen en la repostería francesa, refinada y espectacular.
En la actualidad las presentan en diferentes variantes:
Con canela, trozos de frutas o también con chocolate.
Sin embargo, los tradicionales se preparan únicamente con azúcar,
te compartimos la receta para que la prepares como mejor te gustan.
FIN
Chef Bertrand
Ingredientes:
1 hoja de masa de hojaldre descongelada según las instrucciones del paquete
1/3 taza de azúcar
3 cucharadas de mantequilla sin sal y derretida
Preparación:
Engrase ligeramente una bandeja para hornear galletas o forre con papel pergamino. Espolvoree la superficie de trabajo con el azúcar y coloque la masa encima.
Presione ligeramente la masa con el azúcar y extiéndala suavemente con un rodillo. Unte la masa con 2 cucharadas de mantequilla derretida y espolvoree con azúcar, reservando solo una pequeña cantidad para decorar.
Comenzando por los lados más cortos, enrolle cada lado en forma de rollo de gelatina hasta que los rollos se junten en el centro. Refrigere la masa de 30 a 40 minutos o hasta que esté fría y firme.
Precaliente el horno a 375 F. Con un cuchillo de sierra, corte suavemente el rollo en 16 rebanadas. Coloque las rebanadas con el lado cortado hacia abajo, a 2 pulgadas de distancia, en la bandeja para hornear. Presione ligeramente hacia abajo hasta que tengan 1/4 de pulgada de espesor.
Pellizque el borde inferior de cada rebanada para formar un corazón. Unte los corazones con 1 cucharada restante de mantequilla derretida y espolvoree con el azúcar restante.
Hornee de 8 a 13 minutos o hasta que estén dorados. Póngalos una rejilla para que se enfríen por completo. Guárdelos a temperatura ambiente en un recipiente hermético.
Tips del chef:
Es importante seguir las instrucciones del paquete y dejar que la masa se caliente un poco antes de trabajarla. Si la deja afuera por mucho tiempo, se calentará demasiado y se volverá pegajosa, por lo que el tiempo es clave. Si la masa se calienta, vuelva a meterla en el frigorífico unos minutos.