La importancia del sueño en los niños radica en la activación de las zonas cerebrales. Los especialistas aseguran que durante el descanso nocturno los pequeños recuperan toda su energía, el humor y el ánimo necesario para continuar con sus actividades al siguiente día. La recomendación es dormir como mínimo entre 8 y 10 horas, pues el sueño favorece su crecimiento y ayuda a desarrollar el sistema inmunológico. Procura establecer una rutina a la hora de cenar y de dormirlos cada noche, preferiblemente temprano. Igualmente, evita acciones estimulantes como juegos y el uso de aparatos electrónicos o "gadgets", también puedes optar por un baño de espumas o una ducha, música relajante y la lectura. Finalmente, procura dejar preparado todo lo que necesites para el siguiente día, de esta manera los ayudarás a que adquieran buenos hábitos de sueño.