¿Sabías que los objetos de apego o transicionales, son imprescindibles para el desarrollo infantil? Según los especialistas ese peluche, muñeco, almohada, tela, cobija, etc, que tu hijo no suelta y lleva para todas partes, es lo que le brinda tranquilidad y seguridad en la etapa de transición; desde cuando es un bebé dependiente de sus padres, hasta cuando inicia su vida de independencia y separación de sus progenitores o cuidadores. El pequeño generalmente recurrirá a su objeto de apego cuando quiera ir a dormir, en su primer día o cambio de colegio, durante una rabieta o decepción, como reemplazo de sus padres, cuando se sienta triste, cuando crea que necesita protección, seguridad o consuelo. Generalmente, el menor es quien elige el objeto con el que se siente más cómodo de manipular y que sea agradable a su tacto y olfato, pues habitualmente, debido a su constante manipulación al morderlo, babearlo, abrazarlo, etc, el objeto genera un aroma único y especial que le brinda confort y seguridad al infante. Es por ello, que a pesar de lo sucio o viejo que pueda lucir, el niño no querrá que lo laves, pues perderá su característico aroma. Y ni hablar si se llegase a perder, en esta situación lo ideal es tratar de tener varios peluches iguales y guardarlos de repuesto.