Según estudios, aprender un segundo idioma desde de la niñez, tiene multiples beneficios para el cerebro y el desarrollo de la vida en general. Los pequeños, por ejemplo, generan grandes habilidades al momento de aprender un tercer o un cuarto idioma, desarrollan su intelecto y aumentan su capacidad de interacción. A diferencia de los monolingües, los niños bilingües o multilingües tienen más facilidad de comunicación y evitan considerablemente las distracciones. Además, en su vida adulta, la habilidad de hablar diferentes idiomas le ayudará a tener más oportunidades laborales, fácil comunicación en el extranjero y gran habilidad para encontrar amigos de diferentes nacionalidades. En este mundo tan competitivo, motiva a tus hijos a aprender un segundo idioma y bríndales las herramientas necesarias para obtener un aprendizaje continuo, a través del uso de otro idioma y de una manera regular.
