Cuento para padres


El peso de la distancia

Sentada en aquella silla sus pensamientos la invadían, pensando en su madre, que inevitablemente envejecía. Entonces, como por arte de magia, sus memorias la transportaban a cuando era una niña y a los momentos en los que disfrutaba de su maravillosa compañía. Tenía mucho que agradecer a la mujer que le dio la vida y que la cuidó con amor, esmero y alegría. Esa mujer la educó, fue su ejemplo a seguir y su guía, pues con sus consejos la orientó con inmensa sabiduría.

Sin embargo, el peso de la distancia realmente se sentía. La última vez que ella vio a su madre, pudo notar la transformación a la que el tiempo la sometía, su caminar lento y sin esfuerzo, no permitía detenerte el tiempo. Por consiguiente, ella sabía que en cualquier momento Dios las separaría.

Ahhh… mientras tanto, que alegría es tener a una madre que con su mirada inigualable, expresa ese amor tan grande. Que bendición es poder observar su rostro transformado por el pasar de los años, acariciar su cabello blanco y achilado. Que emoción es poder tomar su mano cálida y temblorosa, y murmurarle al oído que cada día está más hermosa.

Entonces, mirando hacia el infinito, agradeció por la madre que le dio el cielo; al mismo tiempo un anuncio, la alejó de sus pensamientos. Tomó su maleta y corrió al encuentro por el que durante meses esperó con anhelo: “¡abrazar a mi querida madre y decirle lo mucho que la quiero!”.


FIN

Eng

Reflexión
Vivir en el extranjero lejos de la familia y en especial lejos de nuestros padres, es un proceso difícil de asimilar y de llevar. La distancia impide disfrutarlos físicamente y apoyarlos o acompañarlos directamente. La realidad es que como migrantes, somos más conscientes del paso del tiempo y cada encuentro nos demuestra la inevitable transformación física y mental a la que el envejecimiento los va sometiendo. Indiscutiblemente, la nostalgia es el sentimiento que siempre nos acompaña y la culpabilidad de no poder estar junto a ellos en el momento en que nos necesiten. Sin embargo, en la actualidad la tecnología nos ofrece la oportunidad de construir una relación a distancia y el poder comunicarnos a través de llamadas o videollamadas hace un poco más llevadero, los kilómetros que nos separan de nuestros queridos padres. Finalmente, para los que están lejos o cerca de sus padres, nuestra invitación es a acompañarlos a envejecer con el mismo amor con el que ellos nos acompañaron a crecer, siempre comunicándonos y escuchándolos con gratitud e interés. Honrar a mamá y papá con admiración y respeto, es la mejor manera de desmostrarles, que a pesar de los años y la distancia, siempre estaremos dispuestos a ser su bastón de apoyo.