Tres mejores amigas salieron a disfrutar, de una noche de fiesta, en una discoteca de la ciudad. La idea era pasar un buen momento y juntas celebrar, el exitoso año que tuvieron en la universidad.
Acordaron el pacto entre amigas, que tenían cuando salían a tomar, el cual consistía en que una de ellas, cuidaría de las demás, no tomaría nada de alcohol y en cualquier situación anormal, llamaría de inmediato a sus respectivos padres y a la autoridad.
Llegaron juntas a un reconocido lugar, en donde otros amigos las esperaban para festejar. Sin embargo, de un momento para otro, una de ellas empezó a charlar, con un desconocido, con quien después empezó a bailar. Sus amigas le aconsejaron, que regresará con su grupo de amistad, pero la joven hizo caso omiso y optó por continuar, compartiendo con el sujeto que acababa de encontrar.
El hombre le ofreció un trago y ella aceptó sin pensar; después de algunos minutos, la joven se empezó a sentir mal. El individuo había adulterado la bebida, para dejarla en indefensión y poderla después abusar.
Entonces el pacto de amigas, de inmediato se empezó a activar; el hombre al verse acorralado decidió entonces escapar. La joven se disculpó con sus amigas y reconfirmaron que su pacto de amistad, es el mejor invento que han tenido, para poderse entre ellas cuidar y evitar en cualquier momento, ¡alguna calamidad! Esa es la naturaleza de las amigas, que se aman de verdad.
FIN
Reflexión
En nuestra labor de padres es importante cuidar de nuestros hijos e hijas, aconsejarlos, guiarlos y amarlos por sobre todas las cosas. Cuando nuestros pequeños van llegando a la adolescencia empiezan a reclamar independencia y se creen los dueños del mundo; es normal, todos hemos pasado por la misma sensación. Sin embargo, el mundo ha cambiado y los peligros acechan con más frecuencia a nuestros jóvenes. Las drogas, el alcohol, las malas compañías y los delincuentes que acechan en cada esquina, nos obligan a vivir en constante alerta y a entrenar a nuestros hijos e hijas, para que tengan las herramientas suficientes para defenderse y saber actuar ante cualquier peligro. Como padres es esencial saber en dónde están nuestros hijos e hijas, con quién, hasta que hora estarán fuera de casa, dejarlos y recogerlos en el lugar en donde van a festejar, tener los números de contacto de sus amigos y de los padres de los amigos. Igualmente, es importante aconsejarlos y hacerles entender que el exceso de alcohol es perjudicial, que hay que evitar el consumo de drogas, que no hablen ni se acerquen a extraños, que no reciban bebidas de otros y que siempre compren ellos mismos lo que deseen tomar. Además, hay que recalcarles, que ante cualquier situación de peligro deben buscar ayuda inmediata y no tener miedo a denunciar. Finalmente, aunque los amigos no son garantía de que nada les ocurra, en ciertas ocasiones, si la amistad es sincera, se puede convertir en un buen recurso de protección.