Cuento para padres


¿Vieja para trabajar? ¡Qué absurdo!

26 años de su vida a la empresa le entregó, pero su nuevo jefe, sin preámbulos la despidió. Ella preguntó el motivo, de dicha decisión y él respondió que necesitaba, a alguien mucho menor; alguien que fuera a la vanguardia, de la tecnología que implementó.

La confianza y el profesionalismo que por años entregó, a su arrogante jefe, para nada le importó. El dinero de su liquidación tampoco fue el mejor; la obligaron a firmar un papel, para recibir su indemnización y así evitar, cualquier tipo de reclamación. Su vida a partir de ese momento… inevitablemente cambió.

Con el dinero que recibió, las deudas que tenía pagó y lo que le quedó, en pocos meses se le acabó. La decepción y la humillación, la llevaron a la depresión, pero con la ayuda de su esposo y sus hijos, el ánimo nuevamente alcanzó.

Inició la búsqueda de un nuevo trabajo, con gran motivación, pero los años fueron un obstáculo, para encontrar una nueva posición. ¡En su país después de cierta edad, ya se es vieja para trabajar!

De las empresas donde aplicó, ninguna llamada recibió, la edad era el primer obstáculo para llegar a cualquier cargo. Ella cansada y decepcionada, dejo entonces de buscar y se puso a vender galletas que cocinaba en su hogar. Qué absurda, triste e injusta, la política laboral, por parte de algunas empresas que no saben valorar, el profesionalismo de sus empleadas y les niegan la oportunidad, de demostrar que las capacidades, no tienen nada que ver con la edad. Como ella muchas personas valiosas, están sin oportunidad, en países donde después de los 50, ya se es vieja para trabajar.
FIN

Eng

Reflexión
Según un estudio realizado por LinkedIn, la mayoría de los empleados temen sobre la discriminación por la edad. Y es que no es para menos, pues muchas empresas, especialmente en los países de Latinoamérica, después de cierta edad, ya se es viejo para lograr alcanzar los beneficios de un trabajo bajo contrato indefinido. Es importante resaltar que la productividad de las personas no depende de la edad, depende de sus capacidades que, por cierto, han sido demostradas durante el transcurso de todos los años en los que han laborado. Las razones de los empresarios para no contratar o despedir a empleados de edad avanzada, no tienen ningún fundamento. Por ello, vale la pena recordarles algunos beneficios para contratar o conservar gente adulta y con experiencia:
. Al momento de llegar a un cargo nuevo, estos profesionales se esfuerzan por ofrecer los resultados esperados, pues saben que por su edad, no cuentan con muchas ofertas laborales.
. Si han trabajado en la misma área durante su carrera y tienen estabilidad laboral, cuentan con gran experiencia que puede ser muy valiosa para el logro de los objetivos de la empresa. Por ello, no vale la pena despedirlos, todo lo contrario, hay que capacitarlos con los avances de las nuevas tecnologías, valorarlos y ofrecerles promociones que los incentiven a continuar con su reconocida labor.
. Generalmente, esta población tiene hijos mayores de edad y tiende a pedir menos permisos.
. Como decia Pablo Picasso “Cuando me dicen que soy demasiado viejo para hacer una cosa, procuro hacerla enseguida”. Pues la necesidad de demostrar la capacidad física e intelectual es latente.
Nunca se es viejo para trabajar, para estar a la vanguardia con la tecnología, para mantenerse en forma, para ser productivo, para competir con la juventud, para demostrar que la edad no debería ser un limitante al momento de contratar. Es fundamental que cada individuo sea evaluado por sus competencias, habilidades y experiencias laborales, ¡No por la edad, qué absurdo!