Noticuento


Los tali-males

Cuando los tali-males llegaron al poder, el país volvió a retroceder y para las mujeres y las niñas fue el inicio del fin, ¡en su lucha por subsistir! Para ellas, el derecho a la educación en pocos meses desapareció. Ser mujer o niña en esa región es un atropello a la libertad de expresión.

Las cubrieron de pies a cabeza para tapar su natural belleza, imponiéndoles el llamado burka, que más que un traje parece una burla. Las encerraron, sin la posibilidad de salir a donde ellas siempre han querido ir: en busca de una educación que les ofrezca un futuro prometedor.

Desde que los tali-males llegaron al poder, las mujeres y las niñas perdieron la esencia de su ser; sus derechos han sido vulnerados y en general, ¡totalmente borrados! Las mujeres no pueden realizar trabajos fuera de su hogar, tan solo pueden salir en casos de necesidad y un hombre las debe acompañar. Para ellas, décadas de progreso en igualdad de género, desaparecieron sin ningún consuelo.

A través de sus pacíficas protestas, las mujeres luchan por sus derechos y su libertad. Sin embargo, son maltratadas y vilmente sentenciadas a años de prisión, o a torturas sin compasión. Mientras tanto, el mundo observa inerte, la resiliencia de estas valientes que merecen toda nuestra atención, apoyo y colaboración.
FIN

Eng

De interés
El 25 de agosto de 2021 los talibanes se tomaron el poder en Afganistán y acabaron con décadas de progreso y de derechos humanos hacia las mujeres y las niñas afganas. Las promesas hechas al inicio de la toma sobre el derecho a estudiar y a trabajar fueron eliminadas al poco tiempo y por el contrario, las han excluido violentamente de la vida pública. Las niñas en Afganistán no pueden asistir a la escuela después del sexto grado y el veto universitario impuesto por el lado más fundamentalista del talibán, cree que la educación moderna para mujeres y niñas es equivocada según las enseñanzas islámicas. Igualmente, las mujeres no pueden trabajar fuera del hogar ni ocupar cargos en el gobierno, eliminándoles la oportunidad de participar políticamente. Así mismo, se les impuso el uso obligatorio del burka (una prenda que les cubre el rostro y todo el cuerpo). Además, No pueden caminar largas distancias sin un hombre acompañante y las mujeres sin acompañantes son señaladas, discriminadas y cada vez se les niega más el acceso a servicios esenciales. Ellas viven con temor, en medio de una violencia que no da tregua, pero con la esperanza de que su situación algún día pueda cambiar. Estas valientes guerreras siguen levantando su voz para reclamar sus derechos a pesar del abuso al que están siendo sometidas. Hacemos un llamado a la comunidad internacional para que adopte una postura más efectiva y clara ante la crueldad de los talibanes, hacia las mujeres y las niñas en Afganistán.