Talula entró en la cocina y le preguntó a su querida mamá, que si podían hornear galletas, para comerlas en Navidad. Su mamá muy animada, los ingredientes fue a buscar y también todos los accesorios, para comenzarlas a preparar.
Harina, huevos, azúcar y otros ingredientes más, los mezclaban entre risas y juegos para luego empezar a amasar. Cuando la masa estaba en su punto, adicionaron el toque final: La exquisita chispa de chocolate, como el ingrediente principal.
Talula con sus pequeñas manos, las empezó cuidadosamente a formar; el horno a 170 ° C, es la temperatura ideal y durante 8 a 10 minutos, se recomienda dejarlas hornear. Lo mejor es que queden blanditas y suaves al paladar, comerlas calienticas o frías y su exquisito aroma disfrutar. Y para finalizar este delicioso momento, Talula les quiere desear: Mucho amor y paz en sus corazones y que disfruten de una ¡Feliz Navidad!
FIN
Chef Bertrand
Ingredientes:
Para aproximadamente 15/20 galletas
120 gramos de azúcar moreno
120 gramos de azúcar blanco
300 gramos de harina
1 huevo entero
175 gramos de mantequilla derretida
6 gramos de levadura en polvo o polvo de hornear
380 gramos de chispas de chocolate de leche o chocolate negro
Preparación:
Precaliente el horno a 170°C. En un recipiente vierta las dos clases de azúcar, la harina y el polvo de hornear. Luego agregue la mantequilla y el huevo, mezcle todo y finalmente adicione las chispas de chocolate.
Espolvoree un poco de harina sobre el mesón donde las va a armar, para evitar que la masa se pegue a los dedos y a la bandeja donde las va a hornear. Forme un cilindro de 2,5 cm de diámetro. Luego corte rodajas de unos 2 cm de grosor. Coloque las galletas en una bandeja para hornear y hornee durante 8 a 10 minutos.
Historia de las galletas con chispas de chocolate
Se le atribuye a la estadounidense Ruth Graves Wakefield, la creación de este exquisito clásico culinario. Cuenta la historia que ella y su esposo hospedaban viajeros en su hostal llamado Toll House Inn, ubicado a las afueras de la ciudad de Massachusetts y que los postres que allí se preparaban, eran la atracción de los visitantes. La receta estrella era las galletas de nuez con mantequilla, pero un día la inquieta repostera olvidó los ingredientes de su receta original y decidió sustituirlos por un trozo de barra de chocolate semidulce. Para la sorpresa de Ruth el chocolate conservó su forma y brindó una textura más cremosa a las galletas. El nuevo invento fue la sensación y a finales de los años treinta Ruth creó las galletas Toll House Chocolate Crunch Cookies, fue tal el éxito que en 1938 publicó su primer libro culinario titulado Wakefield tried and true cookbook. En 1939, por la suma de un dólar, Ruth otorgó los derechos a la compañía Nestlé, su receta se imprimió en los paquetes de chocolate Nestlé y recibió dotaciones de chocolate gratis de por vida.