Noticuento


Extra

En un planeta muy lejano en donde reina la amistad, viven pequeños sujetos a los que les gusta solucionar, los problemas del planeta tierra y de ciudades que por azar, son seleccionados por ellos, para una misión especial. Tagobo, fue la ciudad elegida en esta oportunidad y Extra fue nombrado para viajar por unanimidad. Un personaje de color verde y con ojos de tamaño anormal, su cara llena de puntos rojos y con un rostro poco real.

"Bienvenidos a Tagobo", divisaba Extra desde su nave espacial, también leía las recomendaciones de un pico y placa numeral, que por más que trataba y miraba, no lograba descifrar. Cuatro horas en un trancón, para llegar al centro de la ciudad, Extra desesperado y cansado sus poderes quería usar. Sin embargo, con gran cautela, hizo como los demás y con cara de resignación en su nave decidió esperar.

Ya dentro de Tagobo, vivió la triste realidad, de una ciudad perdida en un caos casi total, llena de buses rojos y azules con gente que se colgaba y se colaba para llegar, a sus destinos matutinos en un ambiente casi infernal. Robos, matanzas y atracos, se vivían en el lugar; carros, motos, bicicletas y gente, que se atravesaban sin parar. Él en medio de piruetas, no lograba casi avanzar, cuando de repente un gran hueco ¡estalló su llanta espacial! Extra parqueó su nave en una calle de esa gran ciudad, en una esquina veía carros lujosos y en la otra... una pobreza total. De repente, una niña le ofreció unos dulces para comprar o su vidrio espacial limpiar, a cambio de unas moneditas para poderse alimentar. Su madre la esperaba sentada en una acera junto a otros niños de diferente edad, en su rostro reflejaba hambre, tristeza y un cansancio sin igual.

Extra se fue con tristeza en busca de la entrada del metro para ingresar, pero en la ciudad no había un sistema de transporte decente para poderse desplazar. Entró entonces en un restaurante, pues el hambre lo empezó a atacar y mientras comía arroz, lenteja, papa y pollo, como menú del día especial, dos hombres llegaron armados y en ese mismo lugar, a todo el mundo atracaron y Extra fue una víctima más. De repente y mirando fijamente, vio la foto de un político del lugar, en una gigantesca valla publicitaria y entonces se puso a pensar: ¿Será él, el causante de todo esto, o son todos los que abusan de esta ciudad?

Extra regresó a su planeta, cansado hasta la saciedad, pensando en los tagobanos que viven en abandono social; donde cada uno lucha por sobrevivir y alcanzar, el gran anhelo de vivir con un poco de dignidad. ¡Solo un milagro puede ayudar a esa sociedad!, se dijo con gran lamento y una tristeza sin igual. Abandonó entonces la misión y se transporto para regresar, a su planeta sin haber logrado su importante misión completar. Mientras tanto, Tagobo seguirá consumida en la desigualdad, en la delincuencia, en la pobreza y en la descarada corrupción, que tiene tan jodida a esa gran ciudad.
FIN

Eng

De interés
La corrupción es considerada como uno de los principales impedimentos para el desarrollo económico y social de cualquier país. Según el informe de Transparencia Internacional, más de la mitad del total de la ciudadanía de 18 países de América Latina y el Caribe, siente que el flagelo de la corrupción se está intensificando en su país y que la falta de transparencia y honestidad de sus dirigentes políticos son la principal causa en el incremento de este problema, que está acabando con las oportunidades y esperanzas de los ciudadanos, en la búsqueda de una vida digna para ellos y sus familias. Según Transparencia Internacional, los países más corruptos del mundo son: Somalia, Sudán del Sur, Siria, Yemen, Venezuela, Sudán, Guinea Ecuatorial, Afganistán, Corea del Norte y Libia. Pero centrándonos más en Latinoamérica las posiciones en la región son las siguientes: Primer puesto para Venezuela seguido en su orden por Haití, Nicaragua, Honduras, Guatemala, Paraguay, República Dominicana, México, Bolivia, El Salvador, Brasil, Perú, Panamá, Colombia, Ecuador, Argentina, Cuba, Costa Rica, Chile y Uruguay.