Noticuento


No me toques

Había una vez una niña, a la que le gustaba jugar, con sus carros, sus muñecas y con la ropa de mamá. A ella también le gustaba con pinceles colorear y quería ser una artista, como lo era su papá. La niña además quería, estudiar y ser una profesional, para que cuando fuera grande a sus padres poder ayudar. No obstante, de un momento para otro, todo empezó a cambiar, la niña ya no quería sus proyectos terminar.

Su comportamiento y su alegría, ya no eran para nada igual, en su cuarto se encerraba y lloraba sin parar. Sus padres muy preocupados trataban de investigar y le preguntaban con insistencia, si algo andaba mal. Ella siempre les decía que todo estaba normal y que tan solo ella quería, que la dejarán en paz, porque no había nada, de lo que ella quisiera hablar. En su casa también vivía, un hombre muy particular. Él era un familiar cercano, que ayudaba a su mamá con el trabajo, con el mercado y con los quehaceres del hogar. Cerca a la habitación de la niña, el hombre con confianza dormía y al llegar la noche, con cautela de ella se despedía, tocándola inapropiadamente y amenazándola con cobardía.

El muy canalla la confianza de los padres ganaba cada día y la inocente niña en la tristeza se consumía. Ella quería hablar con sus padres, pero las amenazas no se lo permitían, hasta que un día muy asustada, le contó a su mejor amiga: —Que un día a su cuarto, el hombre entró y su ropa le quitó y que su llanto y sus suplicas de nada le sirvió, pero que un ruido en la casa, oportunamente lo asustó, pues sus padres habían llegado y sigilosamente de su cuarto el hombre salió—. Su amiga rápidamente a su madre le comentó y esta a su vez, a los padres alertó. Ellos sin dudarlo creyeron en lo que la niña les contó y lamentaron haber confiado en semejante abusador.
FIN

Eng

Reflexión
Es importante siempre alertar a las niñas y niños, que ningún familiar, compañero, amigo o conocido, debe tocar su cuerpo sin autorización y ante cualquier abuso o amenaza, deben buscar a una persona de confianza, para que los ayude y proteja. Siempre hay que estar alerta ante los cambios de comportamiento de los pequeños y tratar de generar la mayor confianza posible, a través del diálogo, para que se sientan confortables al momento de hablar. Según los especialistas, lo más importante es creerles, ya que un niño, ante este tipo de situaciones, nunca miente.